MADRID, 2 de diciembre de 2014 (LatinReporters.com) - Diez años han pasado desde que el 14 de diciembre de 2004 los gobernantes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, Fidel Castro, crearan el ALBA, un aniversario que este mes celebran los nueve países que la integran con el desafío de reavivar esta alianza regional estableciendo una "Zona Económica Complementaria".
Con un fuerte componente ideológico, la "Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América", dirigida por gobiernos de izquierda, afronta en su décimo aniversario la encrucijada de avanzar más allá de la concertación política y sus proyectos de cooperación.
Este 14 de diciembre una cumbre presidencial en La Habana homenajeará a sus creadores, Chávez y Castro, y pondrá énfasis en el objetivo de relanzar el bloque regional latinoamericano, como foro de concertación política pero también económico y comercial, manteniendo su enfoque en los principios del socialismo frente a la globalización.
Al ALBA "le falta la energía" de Chávez
Embajadores de los países del ALBA han realizado en las semanas previas al aniversario actos conjuntos por todo el mundo proclamando la salud y vigencia del bloque regional y han rechazado que esta alianza haya entrado en decadencia por las dificultades económicas de algunos de sus socios.
El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, apuntó en uno de esos actos ante la prensa que al ALBA "le falta la energía" de Chávez y consideró que hay que reavivar el organismo multilateral.
Integran el ALBA Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Venezuela y está previsto que se incorporen este mes Granada y San Cristóbal y Nieves. Haití, Irán y Siria participan como observadores.
La organización regional, cuyos países suman casi 80 millones de habitantes, tiene en el punto de mira la creación de una gran zona económica basada en la complementariedad y no en la competencia y que quizá en el futuro incluya al Mercosur.
El bloque sigue el ideario de los próceres de la independencia Simón Bolivar y José Martí para la unidad de América Latina, con el foco en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
En sus diez años de vida, el ALBA ha concertado posiciones en la esfera multilateral y en procesos negociadores con otros países y organizaciones, incluida Naciones Unidas.
En las presentaciones previas a la cumbre de este mes en La Habana también se destacó la cooperación y solidaridad entre los países del ALBA, en programas como la creación de un Fondo de Emergencia Social, el Plan de Acción "Hugo Chávez" para la erradicación del Hambre y la Pobreza, la Misión Milagro en el área de la salud con más de 3 millones de personas atendidas, construcción de plantas generadoras de electricidad y refinerías o la erradicación del analfabetismo, entre otros.
Incertidumbre por las dificultades de Venezuela
También han diseñado un novedoso producto turístico en torno a sus próceres como la "Ruta de los Libertadores", por Venezuela y Ecuador, "La Ruta del Ché" por Bolivia, la de Sandino en Nicaragua y la de José Martí en Cuba.
Muchos de esos proyectos han sido cofinanciados por el Banco del Alba, creado en 2008 con un capital inicial de mil millones de dólares y que tiene su sede en Caracas, con sucursal en la capital cubana.
En 2010 comenzó a utilizarse el sucre como moneda virtual para transacciones comerciales entre los socios.
El ALBA confronta una fuerte rivalidad con la Alianza del Pacífico basada en la promoción del libre comercio y de la que son socios Colombia, Perú, México y Chile, y a la que tachan de primar el neoliberalismo y el capital sobre las personas.
Las dificultades económicas que atraviesa Venezuela, uno de los principales impulsores del ALBA y que lidera la alianza Petrocaribe, añade incertidumbre al futuro de este grupo regional, especialmente por la caída de los precios del crudo, que ha obligado a su presidente, Nicolás Maduro, a un recorte tanto del gasto público como de la exportación del petróleo subvencionado.
El profesor universitario y escritor italiano Luciano Vasapollo, que presentó la pasada semana en la Embajada de Cuba en Madrid su libro "De Sur a Sur", consideró que no hay parálisis en el ALBA y que este bloque sigue "la estrategia del caracol" porque construye su futuro con lentitud pero avanzando.