[Actualización del 24.02.2016 - Después del recuento del 99,72% de los votos, el No ha vencido de manera irreversible con el 51,30% de los sufragios, han anunciado las autoridades electorales.]
LA PAZ, martes 23 de febrero 2016 (LatinReporters.com) – Bolivia ha dicho no, el domingo por referéndum, a una revisión constitucional que hubiera permitido al presidente Evo Morales, amerindio de izquierda, postularse en 2019 para un cuarto mandato consecutivo (durante el periodo 2020-2025).
Esta primera derrota electoral en diez años de poder del presidente Morales, que gobernará sin embargo hasta enero de 2020, se inscribe en el retroceso de la izquierda en América del Sur con sus reveses, a finales de 2015, en Argentina y en Venezuela.
Seis millones y medio de bolivianos estaban llamados a las urnas. El recuento del 83,3% de los boletines de voto dibujaba el lunes por la noche la supremacía del No (53,8%) sobre el Sí (46,2%), según las cifras difundidas por el Tribunal Supremo electoral. La tendencia era irreversible, señalaba el gerente de la empresa encuestadora IPSOS, Luis Garay.
“Volvería feliz y contento a mi casa”
Sin admitir todavía su derrota, ya pronosticada por los sondeos a la salida de las urnas, Evo Morales, 56 años, aceptaba contemplarla el lunes ante la prensa.
Morales proseguiría su “lucha” y su “gestión” antes de abandonar la presidencia en enero de 2020. Uno de sus proyectos sería entonces regresar a la zona cocalera del Chapare, trampolín de su poder sindical y político, para trabajar allí su parcela y montar un restaurante y cabañas donde esperaría la visita de periodistas.
“Regresaría feliz y contento a mi casa. Adoraría ser un dirigente deportivo”, decía ya, antes del escrutinio al diario español “El País”, este antiguo pastor de lamas convertido en el primer jefe de Estado amerindio de Bolivia y actual recordman de longevidad presidencial en América Latina.
Contra Evo Morales, un adversario fuera de lo común: él mismo
Esta derrota, a pesar de una oposición débil y atomizada, Evo Morales la debe sin duda al adversario fuera de lo común que afrontaba en el referéndum: él mismo.
A pesar de un balance económico y social globalmente positivo que ha devuelto su dignidad a la mayoría amerindia de Bolivia, debía en efecto superar en primer lugar el desgaste natural de su poder acentuado por la ambición de perpetuarse.
El presidente Morales ha sufrido probablemente también un efecto de contagio del declive aparente de la izquierda en América del Sur tras largos ciclos de poder.
En Argentina, el conservador Mauricio Macri puso fin el pasado noviembre a 12 años de presidencia kirchnerista. En Venezuela, la oposición conquistó en diciembre el Parlamento, en manos del chavismo durante 16 años. Y en Brasil, el poder del Partido de los Trabajadores (PT) es vacilante después de 13 años de reinado presidencial.
De otra parte, la política social de Evo Morales comenzaba a estar frenada por la caída del 50% de los precios del gas, principal producto de exportación boliviano, tras el hundimiento de los precios petroleros mundiales.
Corrupción
Real o presunta, la corrupción, a menudo relacionada con largos ciclos de poder, ha hecho igualmente retumbar sus efectos negativos sobre Evo Morales. Aunque se defiende señalando un “complot” de Estados Unidos, es sospechoso de haber usado su influencia en favor de su ex-compañera, Gabriela Zapata.
A los 28 años, esta gerente comercial en Bolivia de la empresa china CAMC Engineering (Camce) ha facilitado la firma de contratos con el gobierno por 576 millones de dólares. El 16 de febrero se constituyó una comisión parlamentaria para verificar si estos contratos están manchados o no con tráfico de influencias.
La ambición de continuidad del jefe del Estado podría de otra parte haber sido contrariada por el saqueo y el incendio de la alcaldía de El Alto, controlada por la oposición, donde seis personas fallecieron cuatro días antes del referéndum.
Según la alcaldesa Soledad Chapeton, miembro del partido de oposición Unidad Nacional (UN), este golpe de fuerza que ha levantado una viva emoción era dirigido por antiguos funcionarios próximos al Movimiento al Socialismo, el MAS presidencial, apuntados por una investigación por presunta corrupción.
“Difícil encontrar un sucesor”
La unidad del MAS será puesta a prueba para designar antes de la elección presidencial de 2019 un candidato al cargo supremo.
Es probable que los resultados del referéndum “entrañen batallas internas para suceder” a Evo Morales, juzga el analista político Andres Torres. “Es difícil encontrar un sucesor que tenga la misma capacidad de cohesión que él entre las organizaciones sociales”, previene.
El empresario Samuel Doria Medina, líder de la UN derrotado por Evo Morales en las tres últimas presidenciales, retoma aliento. Según él, el referéndum “ha sepultado el proyecto de convertir a nuestro país en el de un sólo partido, de hacer de nuestro Estado un Estado autoritario”. Los bolivianos, añade, “han recuperado la democracia”.
Washington no debería tardar en mantener un discurso equivalente. De momento, Estados Unidos "felicita al pueblo de Bolivia por su participación en un voto pacífico ». Y en Venezuela, la oposición antichavista aplaude sin complejos el No de los bolivianos.
Pero aunque se convierta en restaurador, cultivador o entrenador deportivo, es difícil creer que Evo Morales se perderá en el olvido después de 2020.