BARCELONA, 28 de septiembre de 2015 (LatinReporters.com) - Los líderes separatistas se estiman legitimados por las elecciones regionales del 27 de septiembre para crear una Cataluña independizada de España de aquí a 2017.
Esta convicción aviva las tensiones, puesto que la mayoría absoluta independentista en el Parlamento catalán (72 escaños sobre 135) solo reposa en el 47,8 % de los votos.
“Nuestra legitimidad es grande para llevar adelante este proyecto (soberanista)”, clamaba en la noche del domingo en Barcelona ante una exultante multitud Artur Mas, actual presidente de Cataluña y del partido Convergencia Democrática de Catalunya (CDC, conservador). Es sin embargo “en concordia con España y Europa” que desea fundar el Estado catalán.
Antes de él y a su lado, Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana (ERC, izquierda), había saludado “el mandato explícito para llevar a Cataluña a la independencia” que habrían otorgado las urnas a la coalición Junts pel Sí (Juntos por el sí), que reunía por primera vez CDC y ERC, es decir la derecha y la izquierda independentistas.
“A partir de mañana, la legalidad española será desobedecida” en Cataluña, afirmaba por su parte Antonio Baños, cabeza de lista del pequeño partido anticapitalista CUP (Candidatura de Unitat Popular), cuyos 10 elegidos añadidos a los 62 de Junts pel Sí aseguran la mayoría absoluta separatista en el Parlamento catalán.
La CUP parece así haber despejado las dudas que expresaba durante la campaña electoral sobre la legitimidad de una independencia que no se habría plebiscitado con una mayoría absoluta de votos.
Todos los demás partidos han negado la legitimidad del proyecto soberanista señalando que más del 52 % de los electores catalanes, cuya participación en el escrutinio (77,4 %) es un récord histórico, han dado la espalda al separatismo.
“Los independentistas ganan las elecciones y pierden su plebiscito”, titula en ese sentido este lunes en Madrid el influyente diario El País.
Pero el adversario más intransigente del catalanismo, el Partido Popular (PP, derecha) del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy se ha hundido.
Solo ha obtenido el 8,5% de los votos y 11 elegidos en el Parlamento regional frente a 19 en 2012, a pesar del apoyo durante la campaña de la alemana Angela Merkel, del británico David Cameron, del francés Nicolas Sarkozy y de la Comisión Europea, que han amenazado todos a Cataluña con una salida automática de la Unión Europea en caso de secesión.
A menos de tres meses de las legislativas de diciembre, este resultado lleva a pensar que el PP de Rajoy podría perder pronto el poder nacional en beneficio de una coalición de adversarios, como lo ha perdido en numerosas ciudades y regiones en las elecciones locales del pasado mayo. La izquierda apoyada por el partido anti-austeridad Podemos había entonces demostrado su fuerza.
Ayer en Cataluña, Podemos ha decepcionado y es el joven partido de centroderecha Ciudadanos que ha adquirido una opción de futuro, rebotando del 7,5 al 17,9% de los votos y de 9 a 25 diputados regionales.
Tanto el partido socialista, que ha moderado su caída en Cataluña, como Podemos y Ciudadanos juzgan deseable la derrota de Mariano Rajoy en diciembre para facilitar la reanudación del diálogo entre Madrid y Cataluña.
De aquí a entonces, el enfrentamiento de los nacionalismos español y catalán dejará a España en zona de turbulencias.