Decisión de la Cumbre de Veracruz
Un "Erasmus" para Iberoamérica
por Pilar VALERO
MÉXICO / MADRID, 10 de diciembre de 2014 (LatinReporters.com) -
Luz verde a la elaboración de un "Erasmus" iberoamericano, un programa de becas para estudiantes, profesores e investigadores, con la ambición, como el Erasmus europeo, de borrar las fronteras en materia de educación.
Esta decisión, tomada por los 22 países que hablan español y portugués en América Latina y Europa y que reúnen a 600 millones de habitantes, fue anunciada en la XXIV Cumbre Iberoamericana, celebrada el 8 y 9 de diciembre en Veracruz (México).
Unidos por lazos históricos, culturales y lingüísticos, los países iberoamericanos representan un espacio único que acordaron fortalecer siguiendo un modelo de cooperación horizontal con una apuesta por la educación y la innovación para un desarrollo más inclusivo.
Los dirigentes de América Latina y de España, Portugal y Andorra se enfrentaron al reto de rediseñar e inyectar pragmatismo a las Cumbres Iberoamericanas, que tras un cuarto de siglo de reuniones anuales perdían relevancia como foro de concertación política y de cooperación.
Iniciativas perceptibles por los ciudadanos
La creación de nuevas organizaciones regionales en América Latina (Celac, Unasur, Alba, Alianza del Pacífico) de contenido más político y comercial, también justificaba un enfoque iberoamericano propio con iniciativas novedosas que fueran percibidas directamente por los ciudadanos.
Con ese objetivo, la Secretaría General Iberoamericana (Segib), dirigida por la costarricense Rebeca Grynspan, recibió de los jefes de Estado y de gobierno de los 22 países el encargo de desarrollar un plan de acción en los próximos dos años con ambiciosos proyectos de contenido educativo, cultural y de cohesión social.
Uno de ellos, convertir en realidad un programa para potenciar la movilidad académica en universidades e instituciones iberoamericanas, a través de financiación pública y privada para que pueda beneficiar a 200.000 jóvenes hasta 2020.
El Erasmus europeo, nacido en 1987 como un programa de cooperación entre universidades, ha sido uno de los más importantes instrumentos de integración continental al que han accedido más de un millón de estudiantes.
La Segib también deberá poner en marcha una Agenda Digital Cultural, que potenciará la participación de la sociedad en la cultura de las nuevas tecnologías.
Además se materializará la tarjeta joven iberoamericana, que incluye el acceso de los estudiantes a una serie de beneficios, y otras medidas en el ámbito educativo y cultural, priorizando a los jóvenes, que representan casi un 25 por ciento de la población latinoamericana.
Desaceleración económica
La "educación, innovación y cultura en un mundo en transformación", tema de la Cumbre, alumbró la Declaración de Veracruz, en la que los dirigentes iberoamericanos expresan su determinación por generar alianzas que potencien el crecimiento frente al impredecible futuro de la economía mundial.
La Cumbre se celebró en un contexto de desaceleración económica de América Latina, que apenas crecerá un 1,4 por ciento en 2014. Este porcentaje, el más bajo en cinco años, se explica por una caída de la inversión y del precio de las materias primas, uno de los principales rublos de exportaciones de la región.
El crecimiento sostenido de la última década permitió sacar de la pobreza a casi 60 millones de personas y ampliar significativamente la clase media, pero la desigualdad permanece como el reto social más importante de América Latina.
En un informe presentado en Veracruz sobre las "Perspectivas Económicas para América Latina en 2015", la OCDE aconseja un giro estratégico con reformas estructurales para reducir las desigualdades, poniendo el acento en la educación, las competencias del capital humano y la innovación.
Educación y cualificación laboral son claves para que América Latina recupere la senda de un mayor crecimiento, advirtió el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Sin rivalidad con otros bloques regionales
A la Cumbre Iberoamericana no asistieron, por distintas razones, los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, pero enviaron a sus representantes.
En sus discursos en Veracruz, los gobernantes iberoamericanos hicieron un llamamiento generalizado a un enfoque más pragmático a sus relaciones aprovechando la complementariedad.
El Rey de España, Felipe VI, que asistió por primera vez a este foro, invitó a Iberoamérica a actuar con "inteligencia y pragmatismo", porque "si esta Comunidad de naciones está unida, tendrá mucho que ofrecer al mundo".
"Este es un mundo para andar acompañado", incidió también la Secretaria General Rebeca Grynspam, quien trató de disipar los recelos de algunos países insistiendo en que la Comunidad Iberoamericana no pretende competir con otros bloques regionales, sino adoptar una senda propia que priorice la cooperación en el ámbito de la educación, la innovación y la cohesión social, como motores de crecimiento y desarrollo.
En resumen, la Cumbre, en el futuro bienal, se fijó como objetivo hasta la próxima cita del bloque, en 2016 en Colombia, la promoción de una "alianza de futuro" que aproveche las oportunidades de cooperación del espacio iberoamericano, en asociación más cercana a los ciudadanos.
La Segib es la encargada de conducir esa estrategia. Del éxito depende, en buena medida, el relanzamiento de la Comunidad Iberoamericana.
Esta decisión, tomada por los 22 países que hablan español y portugués en América Latina y Europa y que reúnen a 600 millones de habitantes, fue anunciada en la XXIV Cumbre Iberoamericana, celebrada el 8 y 9 de diciembre en Veracruz (México).
Unidos por lazos históricos, culturales y lingüísticos, los países iberoamericanos representan un espacio único que acordaron fortalecer siguiendo un modelo de cooperación horizontal con una apuesta por la educación y la innovación para un desarrollo más inclusivo.
Los dirigentes de América Latina y de España, Portugal y Andorra se enfrentaron al reto de rediseñar e inyectar pragmatismo a las Cumbres Iberoamericanas, que tras un cuarto de siglo de reuniones anuales perdían relevancia como foro de concertación política y de cooperación.
Iniciativas perceptibles por los ciudadanos
La creación de nuevas organizaciones regionales en América Latina (Celac, Unasur, Alba, Alianza del Pacífico) de contenido más político y comercial, también justificaba un enfoque iberoamericano propio con iniciativas novedosas que fueran percibidas directamente por los ciudadanos.
Con ese objetivo, la Secretaría General Iberoamericana (Segib), dirigida por la costarricense Rebeca Grynspan, recibió de los jefes de Estado y de gobierno de los 22 países el encargo de desarrollar un plan de acción en los próximos dos años con ambiciosos proyectos de contenido educativo, cultural y de cohesión social.
Uno de ellos, convertir en realidad un programa para potenciar la movilidad académica en universidades e instituciones iberoamericanas, a través de financiación pública y privada para que pueda beneficiar a 200.000 jóvenes hasta 2020.
El Erasmus europeo, nacido en 1987 como un programa de cooperación entre universidades, ha sido uno de los más importantes instrumentos de integración continental al que han accedido más de un millón de estudiantes.
La Segib también deberá poner en marcha una Agenda Digital Cultural, que potenciará la participación de la sociedad en la cultura de las nuevas tecnologías.
Además se materializará la tarjeta joven iberoamericana, que incluye el acceso de los estudiantes a una serie de beneficios, y otras medidas en el ámbito educativo y cultural, priorizando a los jóvenes, que representan casi un 25 por ciento de la población latinoamericana.
Desaceleración económica
La "educación, innovación y cultura en un mundo en transformación", tema de la Cumbre, alumbró la Declaración de Veracruz, en la que los dirigentes iberoamericanos expresan su determinación por generar alianzas que potencien el crecimiento frente al impredecible futuro de la economía mundial.
La Cumbre se celebró en un contexto de desaceleración económica de América Latina, que apenas crecerá un 1,4 por ciento en 2014. Este porcentaje, el más bajo en cinco años, se explica por una caída de la inversión y del precio de las materias primas, uno de los principales rublos de exportaciones de la región.
El crecimiento sostenido de la última década permitió sacar de la pobreza a casi 60 millones de personas y ampliar significativamente la clase media, pero la desigualdad permanece como el reto social más importante de América Latina.
En un informe presentado en Veracruz sobre las "Perspectivas Económicas para América Latina en 2015", la OCDE aconseja un giro estratégico con reformas estructurales para reducir las desigualdades, poniendo el acento en la educación, las competencias del capital humano y la innovación.
Educación y cualificación laboral son claves para que América Latina recupere la senda de un mayor crecimiento, advirtió el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Sin rivalidad con otros bloques regionales
A la Cumbre Iberoamericana no asistieron, por distintas razones, los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, pero enviaron a sus representantes.
En sus discursos en Veracruz, los gobernantes iberoamericanos hicieron un llamamiento generalizado a un enfoque más pragmático a sus relaciones aprovechando la complementariedad.
El Rey de España, Felipe VI, que asistió por primera vez a este foro, invitó a Iberoamérica a actuar con "inteligencia y pragmatismo", porque "si esta Comunidad de naciones está unida, tendrá mucho que ofrecer al mundo".
"Este es un mundo para andar acompañado", incidió también la Secretaria General Rebeca Grynspam, quien trató de disipar los recelos de algunos países insistiendo en que la Comunidad Iberoamericana no pretende competir con otros bloques regionales, sino adoptar una senda propia que priorice la cooperación en el ámbito de la educación, la innovación y la cohesión social, como motores de crecimiento y desarrollo.
En resumen, la Cumbre, en el futuro bienal, se fijó como objetivo hasta la próxima cita del bloque, en 2016 en Colombia, la promoción de una "alianza de futuro" que aproveche las oportunidades de cooperación del espacio iberoamericano, en asociación más cercana a los ciudadanos.
La Segib es la encargada de conducir esa estrategia. Del éxito depende, en buena medida, el relanzamiento de la Comunidad Iberoamericana.