Movilización contra una Asamblea Constituyente
Venezuela: fracaso relativo de la consulta anti-Maduro, ilegal pero legítima
Caracas, lunes 17 de julio 2017 (LatinReporters.com)- Aunque masiva, la participación en la consulta popular organizada por la oposición el domingo 16 de julio en Venezuela contra el presidente chavista Nicolás Maduro y una Asamblea Constituyente no ha alcanzado la amplitud que anunciaban sus promotores. ¿Facilitará este fracaso solamente relativo un diálogo institucional?
“Maduro está matemáticamente revocado”, ha estimado Julio Borges, presidente del Parlamento dominado por la oposición, después del anuncio de los resultados provisionales de la consulta por rectores de universidades “garantes del escrutinio”: sobre 20 millones de electores potenciales (incluidos los expatriados), han sido emitidos 7.186.170 votos, 6.492.381 en el país y 693.789 en el extranjero. Más del 98% de los electores movilizados se han solidarizado con la oposición durante este voto simbólico, sin carácter legalmente vinculante por ser organizado al margen del poder electoral oficial. El “sí” masivo ha respondido a tres preguntas. La primera proponía el rechazo de la Asamblea constituyente que Nicolás Maduro quiere hacer elegir el 30 de julio. La segunda exigía del ejército el respeto a la Constitución y la tercera llamaba a la renovación de los poderes públicos a través de elecciones para la instauración de un gobierno de unidad nacional. La palabra “revocado” pronunciada por Julio Borges refleja la ambición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a los movimientos de oposición, de considerar la consulta del 16 de julio como el equivalente del referéndum revocatorio vinculante que los antichavistas no han podido organizar contra el presidente Maduro. Pero para revocar legalmente a Nicolás Maduro, hubiera sido necesario, según la Constitución, que lo fuera por al menos 7.587.532 votos, es decir el número de boletines que le dio la victoria en las presidenciales de abril de 2013, una elección rodeada de interventores de todos los partidos. Según las cifras difundidas el domingo por la noche, la consulta popular no ha alcanzado esa cifra. Además, el domingo todos los interventores eran del bando antichavista y pudiendo votar cada uno en el lugar de su elección, ¿cómo saber si opositores no han votado 2, 3 o 10 veces?. (Sobre la credibilidad de las cifras de la consulta, ver el excelente artículo Are Venezuela’s Unofficial Referendum Results Credible?) ¿Hacia un diálogo? Los gritos de triunfo lanzados por la oposición tras su presunto “tsunami anti-Maduro” pueden también estar mitigados a la vista de la esperanza de una participación de 11 millones de electores emitida el 14 de julio por el opositor Henrique Capriles, dos veces candidato fallido a la presidencia . “Lo que importa no es el número de votos, y son muchísimos, sino lo que se va a hacer con ellos. Eso definirá el futuro”, estima este lunes Luis Vicente León. A la vez presidente del instituto de sondeos Datanálisis y respetado comentarista político, llama sin descanso a la oposición y a las instituciones chavistas a dialogar para sacar a Venezuela del choque actual de poderes. A este respecto, observadores no descartan próximas aperturas al diálogo, pues el fracaso relativo de su consulta puede incitar a la oposición a dar este paso y la participación importante puede hacer reflexionar al chavismo, en proa a sus primeras fisuras y cada vez más aislado en el escenario internacional. El presidente Maduro ya hizo el 8 de julio un gesto de distensión muy destacable, sacando de la cárcel y concediendo el arresto domiciliario al opositor Leopoldo López, condenado en 2015 a 14 años de prisión por incitación a la violencia insurrecional en 2014 (43 muertos). Las manifestaciones antichavistas casi cotidianas han causado desde el primero de abril cerca de 100 muertos entre manifestantes, contra-manifestantes, fuerzas del orden y simples peatones. Una mujer fue asesinada y tres personas heridas por desconocidos el domingo en Caracas durante un tiroteo ante una mesa electoral controlada por la oposición. Elección de una Asamblea Constituyente el 30 de julio Aunque ilegal, la consulta popular del 16 de julio era legítima. La oposición había en efecto tomado la iniciativa de este referéndum simbólico para poner en evidencia una presunta mayoría contra los riesgos relacionados con la Asamblea Constituyente querida por Nicolás Maduro y cuya elección de sus 545 miembros está prevista para el 30 de julio. También el domingo, el gobierno había invitado a los ciudadanos a ir a testar las máquinas de este próximo voto, distorsionado, según la oposición, por cuotas reservadas a sectores (sindicatos, jubilados, estudiantes...), cuyos candidatos son sospechosos de proximidad al poder. La oposición ha rechazado presentar candidatos a la Asamblea Constituyente y llama al boicot del escrutinio del 30 de julio. Una abstención masiva sería un golpe tal vez fatal a la presidencia de Nicolás Maduro. Según la Constitución actual, una Constituyente, cuya elección puede ser legalmente convocada por el jefe de Estado, detenta un poder superior a todos los poderes existentes, que puede confirmar, reformar o disolver. El Parlamento actual, única institución dominada por la oposición, debería pues constitucionalmente desaparecer ante la Constituyente, que elaborará una nueva Carta suprema sometida a continuación al voto popular. “El golpe de Estado perfecto”, estiman opositores de la MUD, recordando que en 1999, Hugo Chávez había, contrariamente a Maduro hoy, consultado a los venezolanos en referéndum para obtener luz verde antes de hacer elegir una Constituyente. Según el instituto Datanálisis, cerca del 70% de los venezolanos se opondrían a la Constituyente y un 80% denunciarían la gestión de Nicolás Maduro. La crisis política de Venezuela se ha desarrollado con el trasfondo de la caída de los precios del petróleo que golpea de lleno la economía, pues un 95% de las divisas proceden del oro negro. |